Carmen Sampedro

La palabra hecha verso

Categoría Mis poemas

LLANTO DE ARENA

La tarde muerde el silbo del viento. Fragmentos de duelo gimen las esquinas. El amor confinado entierra su lira. Llanto de arena los ojos del viento llanto las puertas y los templos llanto de arena dios y los restos llanto las esquelas y los versos. La noche resuena cánticos de ciervo. Fragmentos de cuna lloran los espejos la niñez recoge sus juguetes muertos. Llanto de arena los ojos del tiempo.  

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NIÑA CAUTIVA DEL SILENCIO…

Muero con la palabra que nunca dije muere el acto donde me alzo no más allá de ser mujer, hombre o simplemente un ser nacido que subsiste. Muere la palabra y con ella la esperanza de nombrar lo que soy; esa materia que en las noches resucita palabras inconfesables, navega por la memoria cargada de música y desgasta los recuerdos hasta el alba. Muero si dejo que el mar ahogue mi

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POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS…

I Llegó la hora de otro tiempo sin saliva. Apurábamos el llanto hasta entrada la memoria ajenos a ese mar de estrellas muertas alumbrando quejas al acierto de la bala. Este medio día desatina mi canto desafina los silencios de la arena dormida. Me decías que los lirios lloran al paso de la lluvia y entierran los sueños en las alcantarillas. Nadie apura este cáliz este final de siglo estas

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ALAS DE VIDA

Llega la mañana como pájaro herido abatido por el viento. Cierro la ventana. A oscuras, tanteo mi infancia cuando la luz de la tarde trenzaba mi pelo, ahora de plata. ¿Qué será de aquella fuente donde las tardes pasaba? ¿Habrá enmohecido como mi alma? Llega la mañana con sus tijeras de cortar alas: Se suspende el día, se amputa la palabra. Me gritas que no hable: ensordezco Que no cante:

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DESESPERANZA

Yo tenía una casa de ventanas cerradas. Día tras otro las abría para que el sol entrara. Siempre oscura mi casa estaba, siempre muralla para mi alma. Yo tenía una casa siempre enlutada. El sol cada día de largo pasaba. Yo no tenía casa ni tenía ventanas por donde la luz entrara. Se ahogaban las risas, las trampas saltaban los sueños morían al nacer el alba. Y el pan era

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LA ESPERA DE PENÉLOPE

Vendrás con el mar en tus ojos: inmenso azul envuelto de misterio que mi playa descubrirá. Vendrás con un verso en los labios: vuelo de luz, esencia profunda que mi alma sellará. Vendrás con tu reír de pluma: sonoro espacio, donde la pena juega que sueña. Vendrás aunque no vengas.   Carmen Sampedro Poemario: Cuadernos de Penélope Imagen: JF Marrero via photopin cc

MIEDO A VIVIR

Es invierno y llueve. La espiga duerme el secreto del pan que un día el hombre repartirá. Pan para todos, sueña la espiga, pan de igualdad y de justicia. Es invierno: llueve muerte y hambre. Es lo que el hombre reparte. El miedo a vivir no cuenta como cuenta un muerto pero mata lento, lento. Es invierno y entre niebla se pasean los espectros. Todo lo llena la muerte sin

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DIOS INVENTÓ EL MUNDO

Dios inventó el mundo y el hombre la medición: Para unos la rasura, para otros la hartura. Medir, medir, medir, medrar, medrar, medrar, la justicia abre los ojos y los vuelve a cerrar. Medir, medir, medir, penar, penar, penar, maldigo mi nombre que nadie recuerda ya. Con la tiniebla en el hombro resisto una noche más mitad invento de dios mitad medir que es medrar . Unidades de capacidad: -el

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ANHELO

Deja que ame la nube blanca de tu tristeza. El silencio ahogado de tus suspiros de fina arena.   Deja que alumbre mi sol de otoño tu primavera.   Deja que sea flor en tus labios verso en tu pena agua en tu herida, risa en tu puerta.   Carmen Sampedro Poemario: Poemas y requiebros Imagen: byb64 via photopin

LA NOVIA

Llanto para sus ojos azahar para su pecho encajes para su piel de aurora.   Bajo sus pies temblorosos, mil pedazos de cristal son testigos, del aquel espejo deforme que en la noche forjaron los sueños febriles, delirantes, encerrados en si mismos, cubiertos de cal, cubiertos.   Canto para sus labios rocío para sus manos brisa para su pelo.   Quién se ha llevado mi muerte? Dónde yace mi pena

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