Tempestad: Para Beethoven
Todo lo grande está en medio de la tempestad. Martin Heidegger Un macillo golpea tardo y pausado la tristeza inalterable donde acunas la tempestad de tu infancia. Oh, cuánta lágrima ovalada sustancia la vida cuánto celo de planetas para tu soledad minúscula. Tu miedo es un caracol. Resbala lentamente por un precipicio de acordes con destello de faquir. Oh, eterno secuaz de la armonía: savia que detiene la efímera