Ya es tarde para la luz…
De tu pelo nacían flores como sueños.
Yo iba a tu corazón, a perfumar mis días
porque tardaba mucho el alba de tus abrazos.
Yo iba a tu corazón, a avivar la llama
de la nube
de la piedra
de la casa
y una tempestad de sombras, velaban su estancia.
Ya es tarde para la luz. La noche devora
la casa y tu aliento
la piedra y su secreto
la nube de tu silencio.
Y me derrumbo ante el pacto de nieve que sellaste.
Se aleja la tarde infame de este invierno
que endureció las flores de tu pelo
y congeló el alba para siempre.
Carmen Sampedro Frutos
Linares 2015
Fotografía de Ricardo Muñoz Nieva