¡Decidle a los ángeles que vengan!
Un grito tensa el aire en la paz de las puertas.
Llega metódica y certera
puntual y seria:
madruga más que el alba…
y su acero eclipsa
a las jóvenes estrellas.
¡Ahuyentad sus espuelas!
Los patios aún dormitan su flor de maceta
y algunas avecillas se desperezan.
Viene puntual y seria.
¡Pedidle que se vuelva!
El sol esconde a los niños
entre hojarascas negras
y gritan los crisantemos
camino de la escuela.
¡Llamad a los ángeles!
Fragmentos de alas
lloran las aceras
y la calle es un sepulcro
de nombres que nadie reza.
Se acerca metódica y certera.
¡Decidle a los ángeles
que vengan!
Un grito tensa
el dolor de la aurora
y un estallido
deja sin aire
la paz de las puertas.
Implorad a los ángeles
que detengan las botas
su embocadura de bronce
(se acerca puntual y seria)
que cesen los tanques
su gruñido de ave presa
(madruga más que el alba)
que sucumba la muerte
a golpe de rebato
(viene metódica y certera)
¡Llamad a los ángeles,
decidle a los ángeles
que vengan!
Carmen Sampedro
Pintura de Benjamín Rodríguez
Linares, julio 2016
Quien ha tenido el placer de leer y escuchar a Carmen Sampedro ha podido constatar la calidad humana de esta poeta de la igualdad. Su voz pausada y reflexiva consigue introducirnos en sus versos de bálsamo y ungüento para el corazón y el alma. Consigue que abramos los ojos a una realidad casi siempre olvidada. Para ella la palabra «discapacidad» no existe, sino todo lo contrario, abandera otra más integradora como es: «Dí capacidad» . Para ella, todo verso tiene un significado especial y llega allí donde hay un corazón receptivo.
Muchas gracias, amigo José por la vehemencia de tus palabras. Celebro que mis versos lleguen a tu corazón, pues la poesía no tiene otra misión más importante que convertirse en latido…
Me siento muy feliz de tenerte como amigo y me enorgullece ese amor incondicional a la poesía que tan magníficamente expresas en tus versos.
Un abrazo, y que las musas y la amistad nos protejan siempre…
Como discapacitada agradezco que para alguien de tú valía no exista la palabra discapacidad, ha sido un honor descubrirte, reconozco no ser lectora asidua de poesía, si de libros, pero tú poesía me parece tan bella y tan realista? Simplemente maravillosa. Un placer Carmen el mismo que el de haberte descubierto. Saludos
Muchas gracias por tus palabras, querida María José. Un placer que a través de mis versos, podamos iniciar una hermosa amistad. Recibe un abrazo con todo mi cariño…