Hécuba
Manos que sostienen huellas desvaídas que arañan como raíces secas al paso de la desdicha. Crecidos de luna se desbordan los parajes por los cauces de su dedos en las horas amarillas. El infortunio empuja con ira. ¿Dónde están tus hijos, Hécuba? Ella, deambula a oscuras por la boca de la noche sin un astro ígneo que abrase su memoria y convierta en cenizas el tormento que la