Carmen Sampedro

La palabra hecha verso

Canción triste de Sirius

Blanco mantel que oficia

el sagrado instante:

galope de esperanza

que respira  llanto,

quiebro, latido en flor…

El milagro de abrir los ojos

y morar con la fruta, el pájaro,

el fuego, la sal, las horas de lluvia,

y el alba con su sonaja

alentándonos a vivir.

¡Vivir!

Vivir hasta que las venas abracen

su trecho de río

y ensanche en el mar

su blasón de significados.

Estampa de lo vivido

silueta adormecida…

¿Nacer?

Ni mi sombra comprende

que no basta con nacer:

Asomarme a la promesa

de que el mundo

pudiera ser mi casa.

¿Y dónde mi casa?

Ah, las luciérnagas danzan

al son de las endechas

que mi voz postrada entona,

como si yo mismo me faltara.

¿Dónde mi infancia?

El arrullo de lo amado

palpita como metal sin alma

y la albura del mantel

que ofició el sagrado instante

yace bajo los escombros

de huesos, ceniza y sangre.

No basta con nacer

cuando mi sombra

olvida mi nombre

y clava sus dientes

como una presa herida.

¡No, no basta con nacer!

En cada golpe de arena

de mi vagar sin destino

yace un grito despiadado:

¿Cómo me atreví a ser niño?

 

Carmen Sampedro

Linares, Otoño 2015

Imagen: Dándole vueltas via photopin (license)

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